"Comenzamos el día en una hermosa villa en lo alto de un acantilado con vista al océano. El olor a agua salada y el ritmo hipnótico de las olas crearon una atmósfera verdaderamente romántica a medida que bajábamos algunos pasos hacia una zona apartada junto al agua. La arquitectura medieval y las impresionantes vistas de los acantilados empapados por el sol de la tarde crearon un telón de fondo pintoresco para Alice & Giuseppe. La guinda del pastel fue el burro residente de la villa adornado con su dulce atuendo de boda. 

Tan hermosa como la villa y la ceremonia, nada podía prepararme para el escenario que Catherine creó para terminar la noche. Justo cuando el sol se ponía, nos mudamos a unas antiguas ruinas de granjas ubicadas justo al lado de un acantilado con una vista hacia el oeste de las montañas que forman la línea costera. Sentados en una mesa a la luz de las velas en el borde del mundo, todos brindamos con limoncello mientras el cielo se iluminaba con los mismos colores que la pieza central floral. 

Siempre aprecio cuando nuestras parejas tienen un don para lo poco tradicional a la hora de planificar sus bodas. De las tradiciones anteriores, como el liguero y el lanzamiento de ramilletes, la decisión de no usar zapatos o la preparación de parejas en el mismo espacio, las escapadas son la altura de lo no tradicional en mi mente. Elegir un lugar significativo, crear una atmósfera y un día libre de estrés donde pases cada minuto con tu pareja es increíblemente poderoso. Mentiría si dijera que no me emocioné al ver a dos personas desnudas en sus almas y ser vulnerables frente a nuestras cámaras. Estar verdaderamente presente con tu pareja para celebrar la vida y el amor que has creado juntos hace que las escapadas sean realmente especiales."