Kristin se decantó por la sencillez y eligió un precioso vestido de manga larga, minimalista y con espalda al aire, luciendo unos botines destalonados con flecos en gris.




Un enlace elegante y moderno, en definitiva, como lo es la ciudad de Nueva York, telón de fondo de este gran día. Una ciudad que la pareja adora y que quería tener muy presente el día de su boda. Para ello eligieron uno de sus lugares preferidos, para reunir allí a sus seres queridos, pues muchos de ellos viajaban a la ciudad por primera vez. Ninguno de ellos es oriundo de allí, sino que fue allí donde se mudaron y surgió el amor. Así que no había mejor oportunidad para presentar su particular ciudad del amor a todos sus seres queridos.

El ambiente ecléctico del lugar era ideal para una decoración bohemia, de toques vintage. La paleta cromática elegida era oscura, no siendo habitual el uso del naranja, como si así ha sido en este caso. Además estaba presente el marrón, amarillo, negro y gris.