La boda de Elizabeth y Will fue una auténtica fiesta en la que contaron con sus familiares más allegados y sus grandes amigos, y donde se aunó la tradición con la diversión, porque no tiene porqué estar enfrentadas, como ya vimos con la boda de Jen y Will (aquí).

Elizabeth llevó un vestido de manga corte, con encaje, un moño muy elegante y maquillaje suave. Optó por velo para la iglesia. El ramo, que le entregó Will antes de ir hacia el altar, cuando se vieron ya vestidos para tener un momento a solas, era con flores en tonos blancos y empolvados, siguiendo la línea elegante que marcó toda la boda. Después se juntaron con su gran séquito de damas y padrinos y se encaminaron a la iglesia baptista donde contrajeron matrimonio, entre risas, bromas y emoción, que brotó en el momento de la ceremonia.

Tras la ceremonia se dirgieron a celebrar entre bailes, canciones y diversión tan señalado día, que puedo compartir con vosotros gracias a la fotógrafa Hailey Pierce.