Esta colección marcaba dos hitos para la diseñadora nupcial por excelencia, Vera Wang. El primero de ellos que lleva 30 años en la industria de la moda y, el segundo, que presentaba su colección número 60 en el sector de la moda nupcial. En lugar de mirar hacia atrás con estas cifras tan redondas y reinterpretar algunos de sus diseños más emblemáticos, Wang ha seguido creando con la mirada en el futuro, y una visión diferente del cuento de hadas que se supone es una boda, pues la diseñadora envuelve sus vestidos desde hace unas temporadas de misterio y colores que, en principio, no son aplicables a la dulzura que debería desprender una novia.