Cada vez más parejas optan por la opción de "escaparse" a celebrar su boda en un destino soñado al que quieren viajar o a un lugar del que guardan muy buenos recuerdos. En muchos casos, los novios viajan solos, pero en otros se llevan con ellos a la familia más cercana, entre la que cuento, por supuesto, amigos, pues soy de las personas que piensa que no siempre la familia tiene un grado de vinculación mayor que la amistad.
En este caso viajamos a Costa Rica con Lisa y Kevin que decidieron escaparse acompañados de un núcleo muy, muy reducido de personas, como podéis comprobar en las imágenes. Y esto no quiso decir que su boda fuera menos emotiva o divertida que la de otros. En la mayoría de los casos, las bodas pequeñas hacen que los invitados estén más cómodos, casi siempre se conocen entre todos, y la diversión es mayor.
Lisa y Kevin se casaron en una hermosa playa de Costa Rica. Se instaló una estructura metálica rectangular con unos precioso arreglos florales a modo de altar y se intercambiaron los votos ahí. Siguiendo con este respeto a la naturaleza y al ambiente que los rodeaba, las fotografías de los recién casados se tomaron en la misma playa.
Tanto el novio como la novia eligieron looks acordes a la sencillez del lugar y pensando en su comodidad. El novio en pantalón de traje y camisa, incluso descalzo. La novia iba sencilla, pero muy bonita, con un vestido blanco con manga larga caída que dejaba ver los hombros y la melena la viento. Llevó un ramo a juego con los arreglos del improvisado altar sobre la arena.
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