Una semana más os traigo una nueva boda real. En este caso vuelve a ser un elopement: el de Santanna y Riley, que se fugaron con tres de sus seres más queridos y con ellos como testigos se casaron.

Como os tengo dicho, este tipo de bodas tan íntimas no son "menos" que una boda más grande, son una celebración más pequeña, pero no menos emotiva o divertida. Además, en los tiempos que corren creque es una buena opción para poder celebrar vuestro día y la fiesta ya tendrá lugar cuando se pueda.

Rodeados de cactus, como si estuvieran en Palm Springs, Santanna y Riley se casaron con sus allegados en una boda con ciertos aires victorianos.

La novia optó por llevar el pelo suelto con una tiara y un vestido de manga larga con transparencias y encaje con escote en la espalda. En el ramo llevó plumas de pavo real, la mascota de su abuelo, del que también llevó una foto suya.