Quizás, Ojalá, Vértigo, Ayer, Deseo, Encuentro y Valentía. La colección Volver cuenta con siete vestidos sin grandes excentricidades pero con una gran estructuración y con líneas de gran pureza en todos los detalles. Son vestidos de una sola pieza, que van completamente forrados, y que simplemente requieren de un velo para conseguir un look de novia impresionante. "Los vestidos Volver son perfectos para bodas con mayor protocolo, de un estilo clásico y prudente, porque son escotes bastante cerrados y diseños muy compactos. A su vez son vestidos que dan mucho juego para ceremonias civiles porque podemos acortar las colas para lucirlos en corto", aclara la diseñadora.

Los tejidos lisos empleados en Volver son en su mayoría crepés italianos de alta densidad. Esta colección es 100% personalizable por parte de la novia, pudiendo escoger entre las tres tonalidades estrella de Laura Escribano: champagne, té y blanco roto, y eligiendo además el acabado tanto en mate como en brillo.

Volver es una mezcla de patrones que van desde 1920 hasta 1970, abarcando el siglo XX casi al completo. No se trata de réplicas ni de patrones 100% fidedignos. "Hemos cogido los cortes más puros, los hemos revisado y los hemos traído a la actualidad. Los diseños de la colección son una inspiración y readaptación a nuestros tiempos de esos patrones tan maravillosos y que poco a poco iremos ampliando en esta colección permanente", puntualiza Laura.

Se trata de una colección de gran variedad de siluetas, tanto para mujeres con gran voluptuosidad en contorno de pecho y cadera, como para aquellas que son más estrechas. De esta manera la colección abarca el mayor número de mujeres reales. "De ahí la decisión de escoger a dos modelos tan diferentes para la campaña Volver. Ésta es la esencia que queremos plasmar, un tipo de colección que quiere abarcarnos a todas nosotras y hacernos sentir súper especiales y únicas".