Amy y Basil se conocieron en una de estas casualidades magníficas que tiene la vida a través de un amigo común en Los Ángeles. Ninguno de ellos residía en la ciudad californiana y, ni siquiera lo hacían en el mismo continente. Por aquel entonces ella vivía en Nueva York y él en Londres. Su relación se basó en la distancia y en los múltiples viajes que hicieron para estar juntos por toda la geografía del planeta. En 2016 se comprometieron y celebraron su boda en 2017.
Basil creció en Brasil y Amy se enamoró de su tierra. Teniendo en cuenta que ambos habían vivido fuera de sus ciudades natales, no eran del mismo país y tenían amistades por todo el mundo, se casasen donde se casasen tendrían que viajar, así que como ella estaba enamorada del país sudamericano decidieron que Río de Janeiro era el lugar perfecto para celebrar su enlace.
A pesar de estar en un país tropical se decantaron por una boda elegante, con detalles que hacían parecer que estábamos en los años 30 del siglo pasado en un fotograma de la película Casablanca. El lugar elegido para el enlace pese a estar en Brasil parecía muy europeo. La ceremonia religiosa se celebró en la capilla de Sao Francisco de Paula.
En cuanto a su look nupcial si estuvo marcado por Río de Janeiro. Fue elaborado por Giambattista Valli. Se trataba de un vestido con hombros al aire, en seda, con volumen en falda y mangas, con cierto aire vintage, que ha sido toda una sensación en las cuentas de inspiración nupcial de Instagram. Su maquillaje fue muy sencillo y llevó un moño de bailarina con unas flores frescas y de él salía el velo.
En definitiva, una boda muy chic, de estética vintage en el corazón de Río de Janeiro y su calor tropical.
Fotografía: Daniela Picoral - Lugar: Parque Lage - Vestido: Giambattista Valli
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